Akiles, el talismán

Ayer corrí el prestigioso y conocido Trofeo Akiles. Esta era la tercera vez que participaba en este trofeo. La primera vez que lo corrí gané la carrera de 10km, la segunda vez (el año pasado) quedé segundo en esa misma distancia, y es por eso que le tengo un gran cariño a esta carrera.
En esta ocasión me decanté por correr la prueba de los 5km que hacen antes de la de 10.

La mañana se presentaba heladora. Nada mas llegar al circuito de la casa de campo a las 08:15 ya marcaba el termómetro 6 grados bajo cero, lo cual invitaba a darse la vuelta e irse a dormir de nuevo. Pero como algunos no entendemos de rendiciones...allí me puse a calentar mas abrigado que un esquimal.
10' antes de la salida mi coche marcaba 4 grados bajo cero (íbamos progresando). Así pues me quité todas las capas de ropa y con la equipación, camiseta térmica y guantes finos me puse en línea de salida dispuesto a correr esos 5km lo mas fuerte que pudiera y sin pensar en nada, ni tan siquiera el frío.

Pistoletazo de salida y dicho y hecho, salí fuerte, en el km 1 ya iba escapado y sin sentir nada mas que el asfalto pasando por mis pies. Había pasado ese km en 2'58, todo iba bien. El km 2 picaba un poquito hacia arriba y se me va ligeramente por encima de los 3'. km 2'5 y giro en rotonda. Ya solo quedaba volver. Sigo dándole fuerte pero no consigo bajar de los 3' "pelaos" hasta el km 4. En ese momento aprovechando el terreno favorable consigo que el garmin empiece a indicarme que voy por debajo de 3' el km.

Es difícil de explicar, pero sencillamente no sentía nada, no pensaba...era genial. Solo corría muy muy rápido, me sentía con fuerzas y quizás por eso pude llegar a meta con una sensación de poder seguir mas tiempo. Finalmente paré el crono en unos buenos 15'09'' que me daban la victoria. Contento no ya por la victoria y el crono (que para el frío que hacía era todo un logro) sino mas bien por las fantásticas sensaciones que había sentido en carrera. Hacía mucho tiempo que no me sentía así, y era precisamente lo que necesitaba sentir.
Estoy contento, pues sabía que estaba entrenando muy bien y que estas sensaciones tenían que estar al caer.
Ahora hay que seguir sumando, quedan aún unos cuantos días para la gran tarde del año y tengo que seguir entrenando bien y cuidándome bien.

Espero poder ir contando como va pasando este mes.
Besos y abrazos